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Diany C. Gómez

Psicología más allá de las fronteras

Nuestra categoría de Salud y Bienestar adopta una nueva branca, dentro del variado abanico artístico dentro de la revista Ghomafilms. Diana G. Gómez, especialista en Psicología Clínica Cognitivo-Conductual, nos ha concedido su tiempo para ilustrarnos con su conocimiento, en el sector de la psicología. Con más de doce años de experiencia como docente universitaria, Diany cuenta con formación profesional en pedagogía para el desarrollo de las funciones concernientes a la coordinación del área clínica, la orientación de cátedras y la supervisión de práctica profesional tanto en pregrado como en posgrado.

Posee una amplia experiencia en atención a población vulnerable, como también más de diecisiete años de experiencia, en atención clínica particular. Ha dado conferencias sobre salud mental a nivel nacional e internacional, además de obtener premios y reconocimientos a lo largo de su trayectoria. Tales como el Premio Innovación Social para la Paz en 2016. Notorio además la primera posición nacional en la Participación en Prueba Piloto “Problemática de los Niños Trabajadores en las Minas”, de Santa Rosa del Sur en Bolívar, durante Diciembre de 2008.

¿Cuándo decidiste entrar en la psicología?

Desde que cursaba séptimo de bachillerato. Recuerdo poner una cartulina en la pared que decía lo siguiente: “en 2005 será una gran psicóloga”. Creo realmente que mi vocación, tiene mucha relación con mi personalidad. Desde niña siempre me preocupé por la gente. Tuve suerte de vivir una vida acomodada, aunque siempre estaba pendiente del que no la tenía. En cierto sentido, era una manera de retribuir lo que yo recibía.

¿Cómo es iniciarse como docente en éste sector?

No es fácil. Cuando entré a un salón de clases por primera vez, no todo el mundo me recibió bien. Recuerdo a un señor muy estricto de 50 años, yo era muy jovencita. En cada clase me preguntaba sin parar, nunca llegué a imaginar que en realidad, me estaba evaluando. Cuando finalizó el semestre, me reveló que todo cuánto hizo era evaluarme. Pues según dijo, la preparación y la experiencia no siempre van en los años.

¿Cuál fue tu primer reconocimiento?

En 2010, a solo unos meses de empezar. Los propios estudiantes me eligieron por votación como la Mejor Docente por Metodología y Conocimiento en la facultad. Aquello me siguió motivando e impulsando en mi carrera, además de notar como el propio reconocimiento daba sus frutos. Pues era invitada como conferencista, en varias instituciones de educación superior.

Uno de tus mayores logros por recordar.

En 2016. Lo recuerdo perfectamente. Fue el año en que obtuve el Premio Nacional de Buenas Prácticas para la reintegración “Innovación Social para la Paz”. Supuso un antes y un después en mi carrera, pues despertó mi inquietud por descubrir los talentos e inteligencias múltiples, de aquellos que estaban en condición de discapacidad.

¿Cuál es tu punto de vista sobre el término terapia?

Siempre ha pensado que el acudir a terapia, es un acto de amor propio, y de valentía. Por lo tanto, recomiendo asistir para conocernos, amarnos, aprender a gestionar nuestras emociones, a comprender por qué actuamos de una forma y no de otra, y adquirir herramientas que nos permitan obtener, una relación mucho más sana. Con nosotros mismos, y con nuestro entorno.

¿En qué proyectos trabajas actualmente?

Por ahora, a través de la atención online he podido llegar a muchos rincones del mundo. Paradójicamente, puedo acompañar mucho más a cada paciente. Es decir, el contacto sin límite espacial y temporal. Hay mayor flexibilidad en mi agenda. Supone un ahorro en cuanto a desplazamientos. Y en mi caso, en la medida de mis posibilidades, intento estar 100% disponible por mis pacientes. Todos tienen muy claro que cuentan conmigo para lo que haga falta. El paciente se abre mucho más rápido y además, se siente mucho menos vulnerable ante la figura del terapeuta. Lo que hace que pueda expresarse de manera más profunda.

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