Icono del sitio

Cómo publicar un libro

Cómo publicar un libro. El post de hoy será con diferencia, uno de mis favoritos. Primero porque mucha gente me ha preguntado por él. Y segundo, porque representa un antes y un después en mi trayectoria profesional. Una gran cantidad de gente, sobretodo joven, se preguntan cómo se  escritor. Cómo vender su historia, como dar a conocer una novela…cuando la primera pregunta que deberían hacerse, no es otras que ¿Qué historia quiero contar?

Si quieres publicar, empieza por saber el qué. La literatura siempre ha sido un sector muy reservado, a la par que misterioso. Lamentablemente, solo hablan de libros cuando una celebridad de alto nivel, ha publicado uno. Mientras que, de los autores independientes que empiezan en Amazon, no habla nadie. Sea porque o lo conoce nadie, o porque no vende asegún la moda. Ya puedes tener la mejor sinopsis, que sin la difusión apropiada es difícil que te conozcan. Y eso es justo, lo que vengo a contarte hoy. Voy a decirte los trucos, que las altas esfera son se atreven a contar, por miedo a que un joven escritor eclipse su imagen.

Antes de comenzar a escribir, te recomiendo que recuerdes la táctica para no perder la inspiración. Jamás empieces por pensar el tema del que hablar. Sencillamente escribe. Si un día te levantas con ganas de drama, escribe tragedias. Si el día es de risa, escribe comedias. Y no busques un orden concreto, tipo planteamiento/nudo/desenlace. Solo escribe. Lo que se te ocurra. Pese a que parezca una chorrada. Es mejor invertir el tiempo en corregir tu escrito, en vez de pensar en cómo empezar tu obra maestra.

De ahí viene la primera lección: nunca empieces por el título. Si ni siquiera sabes aún de que va la historia, ¿Cómo pretendes crear un título que lo resuma todo? Deja que tu imaginación se vaya desarrollando, a medida que escribes. Y el título ya vendrá al final.

Haz un primer boceto de la historia, escribiéndolo de una pasada. Cuéntalo tal cual, sin diálogos o narrativa variada. Luego repásate lo que has escrito, y añade diálogos. Y por último, haz una tercera corrección evitando expresiones repetidas o faltas de ortografía. Cuando tengas el manuscrito al completo, toca imprimirlo. Personalmente, recomiendo imprentas pequeñas que cobren poco, por varios ejemplares. Empieza con 10, luego te cuento porqué.

Si prefieres hacerlo en digital, te recomiendo que subas el primer capítulo a internet. Hazte miembro en webs de lectura en línea. Aunque no lo creas, mucha gente lee libros en digital. Y ahora, viene la jugada maestra. ¿Te acuerdas cuándo te dije, que imprimieras 10 ejemplares? Hazte una foto con uno, y que tus amigos o familiares lo hagan también.

Publícalas en redes sociales: Facebook, Instagram, Pinterest, Reddit, Tumbrl, Flickr, etc. Y cuando lo hagas, acuérdate de poner el sitio web donde puedan leer el primer capítulo en línea. ¿Qué has demostrado con todo eso? Que has escrito un libro, que diez personas se lo han comprado, que diez personas lo recomiendan, pero sobretodo…que se menciona en diez sitios web diferentes. Por no hablar, de su presencia en la red social.

¿Qué lección podemos sacar de todo esto? Que no importa lo mediocre que te creas. Siempre habrá gente, que sea menos que tú. No se trata de escribir bien a la primera, sino de coger tu talento, y pintarlo de oro. Date importancia, sin temor a parecer egocéntrico. Tan solo estás demostrando, el fruto de tu esfuerzo. Algo de lo que muchos hablan, pero pocos se atreven a hacer. Siendo así mismo, lo que te hace destacar.

Y si luego resulta que tu libro no engancha, pues continúa escribiendo. Roma no se hizo en un día, como también un gran potencial, empieza por una pequeña demostración. Solo el público decide lo que vales. Y depende solo de ti, convencerles de que vales la pena. Al menos, ahora ya sabes cómo publicar un libro.

Ahora, deja de poner excusas, Y ponte a escribir.

Entrada anterior / Entrada siguiente

Volver a la página principal

Síguenos en: Facebook / Youtube / Twitter / Instagram / Pinterest / Tumblr / Reddit / Flickr

Quizás también te interese…
Para contentar su antojo deportivo, Vanessa se pasaba horas viendo campeonatos de aerobic por televisión. Paralelamente, estrechó lazos con su entrenadora personal de gimnasia correctiva, quien compitió en el pasado logrando grandes éxitos. Ver más

Salir de la versión móvil